Nos juntamos en El Salvador más de 1600 feministas de toda América Latina, El Caribe y otros territorios del Sur Global, en tres intensos días de reflexión y cuestionamientos en el #15EFLAC (encuentro feminista latinoamericano y caribeño). Este espacio fue diseñado para girar alrededor de tres componentes clave:

• Análisis para superar los retrocesos democrácticos en clave feminista
• Cuerpo, tierra y territorio: experiencias, caminos y acciones políticas para nuestra soberanías
• Potencia feminista: debates para la autoconstrucción y transformación.

Estos 3 ejes, fueron debatidos en un total de 12 asambleas. Como Vecinas Feministas estuvimos en la moderación de la Asamblea sobre Géneros y Sexualidades diversas y emancipatorias, en el eje de cuerpo, tierra y territorio.

Para el desarrollo de esta Asamblea partimos de una provocación, esperábamos conversar sin tapujos sobre cómo defender nuestros placeres en los contextos adversos que tenemos en la región, ¿qué estrategias construimos cuando la democracia y el estado de derecho están en riesgo para luchar por nuestros disfrutes?

Nos escuchamos durante dos días y compartimos la declaración final de este espacio:

Partimos de que El Poder de los afectos desde las disidencias son estrategias políticas para el placer, los vínculos y el reconocimiento de nuestros cuerpos. El patriarcado, en sus diferentes manifestaciones nos ha relegado a vivir dentro de un marco hetero-cis-normativizando como único espacio para ser. Los feminismos hemos cuestionado este lugar, pero sobre todo, hemos logrado posicionar el impacto de esta imposición, luchado por encontrar y apropiarnos de otros espacios y lugares.

Hemos tomado roles que nos han permitido ir más allá de la lógica tradicional y cuestionarnos cómo podrían ser nuestros vínculos, nuestros movimientos, nuestros derechos.

Una narrativa antiderechos, basada en el significante vacío de la ideología de género, junto con personas transexcluyentes, ha venido a cuestionar estos no-lugares, estos derechos de estar al margen del sistema heterocisnormativo, privándonos de autonomía para decidir sobre nuestros cuerpos, vínculos y deseos no hegemónicos. No queremos invitarles a decidir quiénes son feministas pero si queremos reconocer que hay mujeres, lesbianas, bisexuales, pansexuales, personas no binarias, con genero fluido, Trans, intersex, asexuales, alosexuales, queer, cuir, kuir, Femm, masc, que han visto limitado el reconocimiento de sus cuerpos, sus vivencias, sus afectos y su diversidad.

Conversamos sin tapujos sobre cómo defender nuestros placeres en los contextos adversos que tenemos en la región,

¿Qué estrategias construimos cuando la democracia y el estado de derecho están en riesgo para luchar por nuestros disfrutes?

¿Qué posicionamientos construimos para luchar en-con-junto cuando la necropolítica se está apropiando de nuestros cuerpos?

¿Que deseos quedan cuando nos han quitado tanto que nos quitaron hasta el miedo?

¿Que políticas construimos cuando el estado represor decide sobre nuestras sexualidades, invisibilizando nuestra diversidad de cuerpos, vivencias, sexualidades y una parte del movimiento feminista también?

¿Cómo sostenemos la ternura radical -nuestros sentipendeseos- en tiempos de despojo, exilio, guerra, saqueó y explotación de nuestros afectos?

Por lo tanto Desde la Asamblea “géneros y sexualidades diversas y emancipatorias”, denunciamos los sistemas de opresión, capacitistas, coloniales, racistas, esencialistas y hetero cisnormativos, que buscan invisibilizar nuestras vivencias, censurándonos, esterilizándonos, patologizándonos y desechándonos. Por lo que reconocemos los esfuerzos para tejer y trenzar una mayor participación de personas trans, no binarias, genero fluidas, intersex, queer, lesbianas, bisexuales, pansexuales, agénero, con discapacidades, negras, gordas, trabajadoras sexuales, vichas, monstras, brujas y locas en el EFLAC.

Sin embargo, consideramos que hace falta explicitar, desde la interseccionalidad, los compromisos políticos que debemos asumir como movimiento feminista para todos nuestros encuentros:

• Que sean espacios trans incluyentes, para hombres trans, mujeres trans no binarias e intersex.
• Donde sea claro que reconocemos que el trabajo sexual es trabajo
• Que la accesibilidad sea transversal con esfuerzos suficientes para toda nuestra diversidad.

Exigimos una justicia erótica con libertad y agencia sobre nuestros cuerpos y sexualidades no hegemónicas y un alto a la patologización de las disidencias.

También nos invitamos a reflexionar sobre mecanismos para incluir niñeces y adolescencias trans, no binarias, intersex, queer en el encuentro y en nuestros espacios de luchas.